Labrador, arriero comerciante y educador aymara, nació el 6 de febrero de 1881 en Warisata, provincia Omasuyos del departamento de La Paz. Sus padres fueron Tiburcio Siñani y Jacoba Cosme y tuvo seis hermanos. Contrajo matrimonio con María Quispe Huallpa el 9 de diciembre de 1900 y llegó a tener 12 hijos. Murió el 31 de enero de 1941. Fue de carácter enérgico y tuvo gran fuerzo de voluntad en todas las acciones que emprendía con un alto don de convencimiento que le permitió atraer a la gente “con una sabia inteligencia”.
Sus primeros estudios formales los realizó en forma clandestina, ya que en esa época no se permitía que los indígenas ingresasen en la escuela formal. Realizaba el viaje hasta Huarina, a muchos kilómetros de su hogar para aprender a leer y escribir con el que fue su profesor Melchor Yujra y posteriormente con el hijo de éste. En su juventud completó sus estudios con el padre del Dr. Alberto López Mendoza.
Entre 1904 y 1909, se puso a la tarea de enseñar a os demás indígenas de su comunidad a leer y escribir, lo que le valió la persecución de las autoridades y su encierro temporal. Cuando salió libre, empezó nuevamente con su tarea. Para las elecciones de 1909 uno de los diputados por el Partido Liberal Ramón Gonzales en su afán de captar más votos se enteró del grupo de enseñanza que tenía Siñani. Se trasladó hasta Warisata y les ofreció pagar dos pesos a cada uno para que votasen a favor de los liberales. Oferta que no fue rechazada. Siguiendo esta política, fue invitado por el gobierno de Montes para que captase más votos ofreciéndole dinero, ropa y casa. Siñani se negó al acuerdo, más bien pidió un profesor. Después del largo trámite burocrático, fue designado profesor de Warisata Eduardo Pérez, al que siguieron varios otros.
El indígena Avelino Siñani y el educador citadino Elizardo Pérez fueron los impulsores de una revolución ambiciosa: lograr la liberación del indio boliviano a través de la cultura.
La rebeldía de la gente de Warisata es asunto de generaciones. Avelino Siñani, oriundo de la región, se enfrentó a los terratenientes y a pesar de que estaba prohibido que el indio se eduque, él de manera clandestina creó las primeras escuelas, las que forjaron la historia y ahora el destino de la población altiplánica.
Si bien Siñani, como pedagogo, se encargó de educar clandestinamente a sus hermanos, el intelectual Elizardo Pérez plasmó su idea de implementar centros educativos para indígenas. Prosiguiendo su plan, levanta la primera normal rural para profesores nativos. Un escrito dejado por Elizardo Pérez rememora el encuentro con el pedagogo indígena Siñani. “Corría el año 1917. En mi carácter de inspector de La Paz, visitaba las escuelas del distrito, incluyendo las indigenales de Saracho; ahí conocí la región de Warisata, donde funcionaba una humilde escuela fiscal. Mi visita no hubiera tenido ninguna trascendencia, si no hubiera encontrado, en la misma zona, otra escuelita particular, dirigida por un indio llamado Avelino Siñani”.
El que luego sería el primer Ministro de Educación sostiene que, en otro medio o en otra época, Avelino Siñani hubiera sido honrado por la sociedad, pero nació y vivió en el ambiente feudal del altiplano. “No importaba que apenas dominara el alfabeto y su castellano fuera elemental: su cultura no residía en los ámbitos de occidente; era la cultura de los viejos amautas del incario, de los indígenas de antaño, capaces de entrar en el misterio de la naturaleza y de espíritus humanos”.
El ministro Hugo Carvajal, que dice admirar la enseñanza de los ayllus, afirma que Warisata es un área emblemática para el mundo aymara. Allí se ha desarrollado una serie de iniciativas y movilizaciones históricas. “No es casual que Warisata fuera elegida como un centro para el establecimiento de la normal”.
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